La producción rentable de cemento se logra gracias a la alta eficiencia energética del proceso y por la garantía de una gran calidad del producto. La alta temperatura, alta concentración de polvos, reacciones químicas, etc., obligan al uso de equipos especialmente diseñados para soportar esta alta exigencia. Asimismo, el uso de combustibles alternativos es cada vez más importante, por ello, es necesario supervisar los procesos relevantes mediante una tecnología de medición que lleve a cabo un análisis continuo de los gases tanto para el monitoreo de emisiones como para lograr eficiencia en su uso.